miércoles, 25 de mayo de 2011

Un 25 de Mayo del 2010


El día llego y la visita también, mi hijo se moría lentamente, su cuerpo ya no era su cuerpo, su rostro tampoco solo reflejaban dolor y una lagrima se deslizo por su mejilla ya sin temperatura, sus uñas de color gris que denotaban la falta de oxigeno, sus ojos de color amarillo se perdían en el abismo de la muerte. Salí desesperada y así trascurrió la mañana y la tarde hasta que de improvisto estaba rodeada de mucha gente, mi marido que no entraba mucho entro dos veces a verlo, allí estaban mis amigos y los de mi hijo, Maxi y Sebas como siempre a mi lado alentándome.
Apenas entre a verlo lo bese y rece a su lado le prometí que ya todo estaría bien, mañana ya no vas a tener estos aparatos, lucha hijo no me podes dejar una lagrima en silencio recorrió mi cara y Salí casi corriendo para que no me sienta mal.
Dios quiso que su hermana pudiera verlo y fuera la ultima persona que lo vio con vida, solo recuerdo decirle a las enfermeras que lo cuidaran las horas que le quedaran de vida.
Mama, mi hermano y yo nos abrazamos fuerte y les pedí con todo el dolor que lo dejen partir, que el seguía por nosotros, era inhumano verlo sufrir tanto, el tenia que partir hacia un mundo mejor donde ya no sufrirá mas.
Los mande hablar con mi papa para ir preparándolo, no sabíamos cuanto mas quedaba pero yo si, mi corazón de mama me lo decía.
Me arrodillo a los pies de María rezo mi ultimo rosario por la vida de mi hijo y la miro pidiéndole que lo levantara en sus brazos amorosos y lo llevara a la casa del Padre, eran las 17:30 horas, minutos mas tarde me llaman estaba con las amigas de Edgar y Lily mi mejor amiga, los demás se habían ido hablar con mi papa.
Recuerdo tener mi poncho rojo ese que no deje de usarlo durante estos días y la remera negra de Edgar, suba señora el medico quiere hablar con usted.
Ya sabia lo que me iban a decir, mi corazón ya no sufre solo sentía paz. Piden por mis familiares y que me quede tranquila, mi ángel me dice que me calme así lo puedo ver.
“Se fue” fueron las palabras que quedaron en mi mente, si se fue a otro mundo no se murió solo se fue, se fue a ese viaje que el quería realizar en su moto reviviendo el viaje del Che y un día volverá a buscarme.
Lo veo todo conectado me sientan y aviso a mi casa ya se fue nuestro hijo amor.
Pido que lo desconecten para poder despedirme de el, lo vi. En esa cama inerte, frío, que dolor, nadie puede estar preparado para esto, ver y vivir este momento nunca se supera.
Agradezco a Dios que no estaban ni mi mama, mi hermano, mi hija y mi marido, solo yo como cuando nació el y yo solamente.
Lo abrace, lo bese y le dije que estaba muy orgullosa de el porque peleo hasta lo ultimo
Hoy solo me quedo en mi mente su rostro en el cajón, lleno de paz, parecía un ángel dormido, esa paz que seguro le di cuando lo deje ir con todo mi dolor a cambio del suyo.
Sigo con mi dolor a cuestas y lo que viene no es fácil y no será fácil para nadie.
Mi hijo partió de este mundo el día del bicentenario a las 17:30hs y cada 25 de mayo encenderé una vela para recordar un año mas de su nueva vida y un año menos par el día en el que me encontrare con el por el resto de la eternidad cuando Dios así lo disponga.
Mientras tanto mi hijo vive en mi y yo en el.

“El hilo no se corto, ves que todo esta bien”

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