No estés triste por mi, aquí es tan bello como tu te lo imaginas, aquí no existe el tiempo, eso es para los hombres yo ya soy un ángel, un ángel con dos alas grandes, esas que tu fuiste armando día a día de mi vida con tu amor, con tus noches sin dormir por cuidarme, con tus consejos y todo el tiempo que me dedicaste para ser de mi una buena persona.
Mami quédate tranquila, ya no te preocupes por mi cuando no llego a casa, aquí es la gloria y el mal de los hombres no puede alcanzarme, solo llega el amor, ese amor que me invade cuando me recuerdan con ternura y hasta con un poco de tristeza, porque yo se que el amor duele, como me dolió a mi y me asusto un poco cuando partí de nuestro mundo mama.
Si hay algo que recuerdo bien y me ayudo fue tu amor y el de todos mis seres queridos, mi papa, mis hermanos, mis abuelos, mis tíos, mis amigos y todas las personas que sin conocerme nos acompañaron esos días que estuve en el hospital.
Les quiero contar que no sentía dolor, porque vos me dijiste que estaba dormido, solo escuchaba tus palabras mama y me llenaron de calma, disfrute cada día tus oraciones y tu compañía.
Querida mama no te enojes conmigo por soltarme de tu mano, cuando lo ise estaba preparado para mi viaje, vos me preparaste todos esos días en el hospital, con tu calma, tu gran amor que nunca me falto, tus oraciones y la de todas las personas que rezaron por mi, no sabes tu vos fue música para mi todos esos días y cuando me comunique con vos através de algún gesto, fue Dios el que me ayudo para llevarte calma y supieras que te escuchaba, pero no con el lenguaje de las palabras si no con el del amor.
Mami cuando te deje me dio un poco de temor, pero cuando Dios me recibió en sus brazos sentí mucha paz esa misma que sentiste vos cuando yo rompí las cadenas que me ataban a este mundo.
Gracias mama por dejarme ir.
Desde mi cielo mama te miro y te cuido siempre y cada vez que me busques estaré a tu lado mimándote y si me queres encontrar estaré en tu corazón allí sigo creciendo día a día pero con un amor tan puro que no existe en la tierra, si me queres ver, estaré en la mirada de mis hermanos a los que amo tanto y si me queres abrazar, hazlo con papa yo soy parte de el y el es parte de mi.
Mi mama celestial María esta a mi lado y comprende tu dolor, con ella desde aquí te cuidamos y te damos fortaleza, entrega tu dolor a ella mama sabrá sanarlo con el amor de madre que vos conoces muy bien.
Mami anímate a seguir viviendo como lo hacías antes con esa alegría que siempre te caracterizo y ese amor tan grande que tenes por tus hijos, no lo pierdas con mi partida por que yo lo compartí con mis hermanos y también a ellos le pertenece tanto como a mi.
Aquí en el cielo tenes un ángel que es tu hijo, que siempre te seguirá amando.
Gracias mama por darme la vida y enseñarme lo grande que es tu amor.
Edgar
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