jueves, 8 de diciembre de 2011

Mi corazon esta en paz


Mi corazón esta en paz Para encontrar paz en nuestro corazón destrozado por el dolor y abatido por la perdida, debemos empezar a trabajar el dolor desde lo mas profundo de nuestro ser y llegara así al momento culmen de nuestro sufrimiento donde el dolor se expresa en todas sus dimensiones y así tomar conciencia de el en nuestras vidas para poder aceptar lo que nos paso. Si tapamos ese dolor con seudo alegrías, efímeras y pasajeras, porque no son reales, solo una mascara a nuestro dolor y sufrimiento, el sigue allí donde nadie lo ve, pero nosotros sabemos que esta, sigue latente y a la espera, pero en esa espera, nos invade y lastima desde bien adentro y cuando surge por su propio medio y no el nuestro, lo hace con mas fuerzas que antes y nos destroza desde el centro de nuestras entrañas, allí donde lo dejamos estancado. Cuando decidimos sacarlo nos duele, pero tal ves es el temor de que le duela a los demás lo que no nos permite sacarlo. De todos modos tenemos que hacerlo y para ello es necesario afrontar nuestra realidad, nuestra pérdida, nuestro ser lastimado y desangrado y nada mejor que expresar nuestros sentimientos hacia el exterior y darle su debido cause. Una buena forma es hablar del tema, expresar nuestro dolor, llorar, enojarse, reaccionar ante esta situación, no es bueno guardar estos malos sentimientos en nuestro ser. También hay sentimientos de culpas a flor de piel, primero las nuestras y después la de los demás. Estos sentimientos irán saliendo sin darnos cuenta hasta desaparecer por completo, el tiempo, no se sabe cuanto será, dependerá de cada uno y de la forma que trabajemos para sacar nuestro dolor de nuestro corazón. Encontrarnos con Dios, hablar con el, buscar el para que de esta situación dolorosa. El nos sabrá guiar en este camino de sanación. Entreguemos nuestro sufrimiento a El y todo se trasformara para bien, para darnos paz y encontrarle un nuevo significado a la vida que El nos regalo. Cuando esta paz empiece a instalarse en nuestro ser, también empieza a invadirlo, pero contrariamente al dolor, lo hace para sanarnos y quedarse allí para siempre como parte de nuestro ser. Esto también lleva un proceso y en este camino encontraremos también algunos obstáculos que vencer, propios de nuestra naturaleza humana que muchas veces se revela a la voluntad de Dios. Estos obstáculos aunque sean complicados de superar, son positivos para nuestra sanación. Algunos de ellos son, los odios, las culpas, los resentimientos y deseos de venganza para quien consideramos culpable de nuestra desgracia. Pero de la mano de Dios todo es posible, ya que El nos fortalece. Cuando hay una persona, directa o indirectamente responsable de nuestra perdida, esto se torna sumamente difícil e inaceptable y esos sentimientos de venganza son muy fuertes y dejamos nuestras cosas en manos de los hombres y no de Dios y eso es lo peor que podemos hacer, denle al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios y estas cosas las debe manejar Dios y no los hombres. Y cuando Dios toma las riendas de nuestras vidas y sentimientos se hace su voluntad y no la nuestra y con su voluntad llega el poder de la sanación. Siempre evite el encuentro y el dialogo con la persona involucrada en el accidente, en estos casos siempre es así y es fundamental el encuentro y el dialogo si es que se puede llevar a cabo, para poder encontrar paz en nuestro corazón. Cuando se da este encuentro, podemos darnos cuenta que la otra persona sufre como nosotros y necesita de ese encuentro y dialogo y en ese saber escuchar y encontrarse hallamos paz. Cuando esta paz empieza a invadir nuestro ser, nos damos cuenta que todos aquellos malos sentimientos ya abandonaron nuestro ser sin darnos cuenta y la paz se estableció por completo en nuestro corazón y la Misericordia de Dios nos enseña a perdonar, aceptar y empezar una nueva forma de vivir, que no va a ser igual, pero tampoco debe ser signada por el dolor. Con nuestra paz, llevamos paz a los que la necesitan y nuestros seres queridos descansan en paz la misma paz de nuestros corazones.
Dios los bendiga


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